A penas comenzaba a llover esa tarde las gotas se sentían como dedos que ligeramente tocaban nuestros hombros en forma repetida. Nos movíamos de prisa a través de la finca en busca de refugio.
-Tolo, corre, Tolo el primero que llegue me gritaba un poco adelantado.
Reducíamos nuestros pasos cada vez que nos acercábamos a los alambres de púas que establecían los lindes del cerco. Despacio pero de prisa pasábamos por debajo de los mismos sin a penas tocarlos, aunque en ocasiones el pedazo de tela o pelo quedaba fundido en un abrazo eterno a la púa de alambre como testigo de que alguien había cruzado por allí.
Después de una larga corrida logramos llegar al rancho, estructura construida de planchas de zinc y madera del monte. Solo tenía tres paredes, dos laterales y una de fondo con una apertura simulando una ventana en la parte de arriba donde se encontraba nuestra guarida secreta.
-De prisa Tolo, entremos.
A penas realizamos nuestra entrada al rancho percibimos el profundo olor a tabaco colgado en cordeles. Colgaban en forma horizontal a través de todo el espacio permisible en la parte alta como si simulara el mismo techo. Con ligero cuidado subimos por una frágil escalera de bambú evitando tropezar con el tabaco.
Una vez arriba y ligeramente mojados podíamos observar a través de aquel espacio abierto mejor parecido un cuadro de naturaleza viva como la lluvia como poderosa cortina blanca ocultaba delicadamente el profundo verdor de los pastos y la montaña. Después de recuperar nuestra respiración normal buscamos la silueta de nuestros rostros citoplásmicos en la tenue luz de nuestro escondite. En ese preciso momento comenzaban los relatos de nuestras aventuras cotidianas.
-Tolo, recuerdas el día que nosotros....
8 comments:
Y ami que no me salen palabras ni para cometarios. JI,ji,ji
Bienvenido al club!
Muy bien boge espere a ver quien era y no pense q fueras tu, me gusto.
que bien, sabia que podias escribir tambien ,es facil, solo necesitas un poco de sensiblidad e imaginacion.Mentiras flaco tambien puedes, yo me rio mucho con tus ocurrencias... es lo mismo lo unico q en una maquina.
Boje te botaste . Te felicito
De los alambres de púas yo también tengo recuerdos.
Sí,Tere,por estar buscando guayabas de guardarrayas,Jorge,muy bueno,me transporta a mi infancia.
A mi me recordo cuando un dia estabamos molestabamos a Tere ( chivy y yo) y tuvimos que salir corriendo para la joya, alli se me enterro un clavo en el pie...
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