Ana se levantaba a las cinco de la manana a majar el cafe en un pilon de madera para luego colarlo a sedazo, se sentaba a pensar en todo lo que habia sido su vida hasta entonces, los suenos que tuvo y que se desvanecieron y los que tenia en ese momento y que sabia que nunca se iban a hacer realidad.Sonaba con ser enfermera,pero de nada le valia querer si sabia que nunca iba a poder serlo, se conformaba con ser la enfermera de sus hijos a los que atendia como toda una profesional. Por las tardes se sentaba a ver los ninos jugar y correr y pensaba en que eso era una fortuna que la vida les habia dado, una fortuna que ella no tuvo, cuando nina lo unico que existio
para ella fue una cocina y una casa donde los que haceres parecian no tener fin.
Sola y desamparada, sin padre ni madre mas que con Dios y sus siete hijos,luchaba dia a dia,sin ayuda hasta el punto de casi volverse loca y decia:Dios mio hoy no tengo que darle de comer a mis hijos,apiadate de mi.Mil ideas pasaban por su mente pero nunca la de abandonar a sus hijos.A medida que paso el tiempo Ana planchaba y lavaba en casa del hermano de su esposo por unos pocos centavos, se llevaba los mas pequenos, mientras los mas grandecitos trabajaban en la casa y buscaban madera para el fogon,con esto solo tenian que buscar que cocinar para vivir y ahi estaba lo mas dificil,la ropa se lavaba en el rio, era impresionante ver todas las mananas como se llenaba el rio de mujeres lavando, cada una con su propia piedra a las que muchas les grababan sus nombres y tenian su lugar especifico en el riachuelo.Las piedras servian para sentarse pero tambien la ropa mas sucia era golpeada en estas para sacar la mugre.
Las noches de luna llena eran magicas ya que como no habia luz electrica la claridad de la luna daba lugar a una gran aventura,los ninos jugaban sin parar y se divertian a su manera.Dentro de todas las limitaciones que tenian eran felices a su modo,nunca supieron lo que fue un juguete,ropa nueva,peliculas infantiles,era una ninez escasa pero ojos que no ven, corazon que no siente,con lo poco que tenian vivian su ninez ,para Ana esto era lo que la hacia feliz y orgullosa de si misma,estaba levantando su familia sola con miles de amarguras pero por lo menos sus hijos podian reir .
Domingo nunca tuvo ni un solo gesto de amor ni de ternura hacia sus hijos,no le importaba nada que tuviera que ver con ellos,si morian o vivian,solo era su vida y nada mas,golpeaba a Ana sin compasion, esta supo lamerse sus propias heridas sola,soporto todo por sus hijos ademas de que no podia hacer nada porque no tenia donde ir y por lo menos alli tenia un techo para cobijar a lo mas amado en su vida.
5 comments:
Oh,ya se de donde viene la fuerza.
Asi es el dolor te hace fuerte, hay que levantarse y dejar de tenerse lastima arrastrando una vida de miseria esperando que otros hagan lo que a mi me corresponde.
Esta historia es fuerte.
En ocasiones no nos gusta ver la realidad de otros, pero es bueno que se cuente para poder apreciar lo mucho que Dios nos ha dado.
Esa historia está demasiado trájica. Espero que se arregle aunque sea que Dios se la lleve.
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